Pregunta:
Aunque soy un joven Musulmán
practicante, a menudo me acosan las dudas. Cuando realizo la ablución, dudo de
haberlo hecho bien, así que la realizo por segunda vez. Durante a oración,
siento haber expulsado aire, así que paro mi oración para realizar otra vez la
ablución. Cuando salgo a comer, algunas veces evito la carne, porque tengo
miedo de que la carne no haya sido sacrificada apropiadamente de acuerdo a las
directrices islámicas. Incluso evito comer galletas, por ejemplo, porque tengo
miedo de que alguna sustancia de carne haya podido ser utilizada para hacerlas
sin ser de acuerdo al sacrificio de las directrices islámicas. Mi hermano, como
se dio cuenta de este problema, me aconsejó no dudar tanto. Tengo otro problema
como este: Cuando duermo no soy consciente de levantarme a rezar.
Respuesta:
Las dudas, que acosan a la mente
respecto a la adoración, al culto o a la creencia , incluso a la esencia de
Allah, son del Shaytán. Cuando los Compañeros del Profeta se quejaron a él
sobre las dudas que a veces entraban en sus corazones, las dudas que les hacían
pensar que eran demasiado malos para hablar del Profeta Sallalahu Aleihi Wa
Salam, les dijo que, eso era por su fe, es decir, su pureza.
Eso se debe a que Shaytán susurra
dudas sobre la fe solamente a aquellos corazones que están libres de cualquier
duda, esperando que esos corazones le obedezcan. Mientras que Shaytán no
necesita susurrar dentro de un corazón que ya está plagado de dudas, porque ya
ha completado con éxito su trabajo con ese corazón.
Te adonsejo que busques refugio en
Allah el Todopoderoso de Shaytán; ignora sus susurros, sin importarte si vienen
durante la oración, durante la ablución, o un cualquier momento. Aunque esas
dudas indican una fe pura, si continúan, pueden también indicar una fuerza de
voluntad débil.
Intenta ignorar todo lo posible sus
susurros. Cuando traes un artículo a casa desde la tienda, ¿dudas de si está en
tus manos?. La respuesta es obviamente no. Eesto es porque Shaytán no susurra
al hombre en ese tipo de asuntos; él solamente le susurra sobre su adoración,
por lo que puede arruinarle en ello. También cuando hayas completado un acto de
adoración, no tengas dudas sobre si lo has realizado correctamente, a menos que
estés seguro de que hubo algún defecto.
Mencionaste tus dudas acerca de la
comida, la regla general sobre la comida es que es permitida, así que tus dudas
no son válidas. Una mujer judía le dio al Profeta Sallalahu Aleihi Wa salam
algo de cordero para comer en Khaybar, y él se lo comió. Un hombre judío le
invitó a comer y le presentó con apenas pan y alguna otra comida y él lo comió.
En Sahih Al-Bujari se reportó que
algunos Musulmanes que habían aceptado el Islam recientemente dieron un poco de
carne como regalo a un grupo de Musulmanes, que dijeron: “¡Oh mensajero de
Allah!, algunas personas nos trajeron carne, y no sabemos si han dicho el
nombre de Allah cuando lo sacrificaron o no”. El Mensajero de Allah Sallalahu
Aleihi Wa Salam les dijo:
“Decid el Nombre de Allah y comed”. (A-Bujari nº 5507).
Por lo tanto, la regla general
concerniente a la carne sacrificada por gente cuyo sacrificio es legal, es la
que es legal, a menos que haya pruebas que indiquen lo contrario. Prohibir lo
que Allah Todopoderoso ha hecho legal, es hacer restricciones sobre la gente
sin razón.
El último problema que mencionaste
es también de Shaytán. En un hadiz registrado en Sahih Al-Bujari, un hombre fue
descrito al Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa Salam, un hombre que no se
despertaría en hora para su oración. El Mensajero de Allah Sallalahu Aleihi Wa
Salam dijo:
Ese es un hombre en cuyos oídos ha
orinado Shaytán. (Al-Bujari nº 3270 y Muslim nº 774).
Shaytán a
veces hace el sueño muy profundo para alguien, así que no se levanta por la
mañana a rezar. Puedes superar este problema usando un reloj con alarma o
pidiendo a alguien que te despierte.
Respondido por: Sheijk Muhammad Bin
Salih Al-Uthaymeen
Fatawa Islamiyah volúmen 8, páginas
312-314 (Darussalam)
Traducido del Inglés por:
UmmuAbdulKarim Al Isbaniya
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